La informática, como profesión de riesgo, demanda ser regulada

Tras la creación del Clúster de Entidades Profesionales Argentinas de Tecnologías de Información y del Conocimiento (Cepatic) –entidad nacional que COPROCIER integra y de la que fuimos miembros fundadores- se intenta que las provincias que aún no lo han hecho regulen la actividad, creando consejos o colegios profesionales.

En este sentido, desde Cepatic se entiende que nuestra actividad puede ser considerarla «de riesgo» y por lo tanto requiere una regulación y la implementación de leyes de colegiación en todas las jurisdicciones del país.

“La ley de educación superior establece que las carreras de riesgo deben ser reguladas, y los informáticos cada vez tenemos más responsabilidad, y podemos hacer daño a mucha gente», explicó el secretario del Consejo Profesional en Ciencias Informáticas en la Ciudad de Buenos Aires, Ignacio Bengochea, también integrante de Cepatic.

Hoy por hoy las cuentas bancarias, las historias clínicas, las comunicaciones, los sistemas de semáforos y transporte público dependen para su funcionamiento del trabajo de los programadores.

En esta actividad,  «hay mucho autodidacta que es bienvenido, siempre que tenga a su lado a un profesional», ya que «uno de los temas más sensibles del Consejo de profesionales es la ética en la actividad».

Bengochea comentó que en provincias como Córdoba, que tiene ley de colegiación hace 30 años, «el profesional que no se matricula no es sancionado».

Al escenario de mayor responsabilidad de los profesionales TICS, se agrega que como la industria demanda cada vez más recursos humanos, las empresas toman a los estudiantes de las carreras informáticas cuando aún están cursando primero o segundo año. “Necesitamos el apoyo de las empresas para que los estudiantes terminen la carrera», agregó el dirigente profesional.

En Entre Ríos, una de las provincias donde la profesión informática está regulada, desde el Colegio de Profesionales de Ciencias Informáticas de Entre Ríos (COPROCIER) venimos llevando adelante una tarea sostenida para evita el ejercicio ilegal de la profesión. En ese sentido, hemos realizado campañas de concientización y sensibilización, además de tomar contacto con los profesionales para que regularicen su situación en el Colegio, y demandamos a empresas privadas y organismos públicos el cumplimiento de los requisitos que marca la ley en cuanto al ejercicio de la profesión.